Enseñemos a los hijos el valor de la gratitud
En las nuevas generaciones, muchos de los niños y jóvenes no tienen interiorizada la palabra gratitud, algunos de ellos han sido formados teniendo todo lo material, sin muchas carencias y, con el “merecimiento”, el esfuerzo para obtener algunas cosas u objetos es mínimo. Hoy estamos invitamos a los padres y cuidadores para que motiven a sus hijos y familiares (hermanos, sobrinos, nietos) a utilizar de manera frecuente la palabra “gracias”.
Les ofrecemos las siguientes recomendaciones:
- Motive a sus niños y adolescentes para que, desde la mañana, agradezcan por el nuevo día.
- Procure desarrollar la gratitud en familia, esto permitirá que estén más satisfechos con la vida.
- La gratitud ayuda a los niños y adolescentes, con la potenciación del desarrollo personal, disminución del comportamiento antisocial y delincuente, menor consumo de alcohol y drogas.
- Ser agradecido evita tener hábitos como molestar, criticar, golpear, amenazar o herir a otros compañeros.
- Las personas más agradecidas resultan ser, casi siempre, las menos materialistas y están más satisfechos con su vida.
- La gratitud es una manera de ver con claridad las bendiciones de Dios en el día a día.
Es importante agradecer por todo, no solo por lo bueno, sino también por lo menos bueno, entendido como un aprendizaje. Así mismo, hay que permitir que los niños, adolescentes y demás familiares exalten este valor como uno de los más eficaces en las relaciones con el otro.