Depresión en adolescentes: signos de alerta y cómo ayudarlos
¿Cómo ayudar a nuestros adolescentes con depresión? ¿Cuáles son los signos de alerta sobre la depresión en adolescentes? Es bastante común en nuestra consulta que llega una familia expresando cómo su hijo o hija adolescente presenta dificultades y situaciones críticas. A esta preocupación inicial, se suma el temor de los padres que no tienen las herramientas para entender y, por tanto, afrontar estas conductas. En muchos casos, los adolescentes con depresión muestran signos de efusividad y en otros no desean interacción con el entorno: no desean hablar, se encierran en sus habitaciones y se desconectan de la realidad familiar, muchas veces por medio de las TIC.
Según la Organización Mundial de la Salud, citada por UNICEF, la adolescencia está definida como “el período de crecimiento que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y 19 años”. Es en esta etapa en la que la familia debe estar más alerta, porque la depresión se manifiesta por medio de diferentes signos y síntomas en muchos de nuestros adolescentes. Recordemos que la depresión que es un problema de salud mental que tiende a agravarse si es que no se le da el tratamiento adecuado y oportuno. Este trastorno emocional que provoca “un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades”, según Mayo Clinic.
Por eso, desde el Centro de Familia VID, invitamos a que como familia y cuidadores estén alerta a algunos de los síntomas que dan cuenta del inicio de una depresión o una depresión silenciosa:
- Notarlo triste o irritable la mayor parte del tiempo.
- Que haya perdido interés en las actividades que más le gustaban.
- Que se queje de dolores y malestares sin una razón médica comprobada.
- Que duerma demasiado o, por el contrario, luche con el insomnio.
- Que presente cambios en la alimentación: comer en abundancia o la inapetencia.
- Que inicie el consumo de drogas o alcohol.
En caso de identificar algunos de estos síntomas, te sugerimos:
- Buscar ayuda profesional y asistir a terapia.
- Si requiere de medicamentos, hacer un seguimiento continuo a su correcta administración.
- Conformar una red de apoyo a la que puede llamar o con la que pueda comunicarse en caso de requerir ayuda.
- Estar atentos a lo que expresa, ya sea con sus amigos o por medio de internet.
- Indagar, respetuosamente y desde el interés honesto, a quiénes visita y con quiénes comparte.
- Tener el contacto del médico y del terapeuta en caso de tener una urgencia.
- Unirse como familia que les permita realizar actividades lúdicas y tener mayor unión.
Recordemos que lo que un adolescente necesita en momentos de crisis es de una familia que lo escuche sin juzgar, criticar o hacer juicios de valor que invaliden las emociones que expresa o los estados por los que atraviesa, La familia y quienes lo acompañan deben evitar frases tales como: “lo tienes todo”, “no te hace falta nada”, “eres un malagradecido”, “por qué nos haces sufrir si lo hemos dado por ti”; estas frases afectarán su psique y pueden llevarlos a incurrir en actos que ni ellos mismos pensarían hacer. Debemos entender que la depresión se trata de un trastorno, una enfermedad que supera la visión racional que se pueda tener del mundo y que por más conciencia que exista sobre las condiciones de bienestar que se tienen, la enfermedad nubla ese todo.
Por eso, el amor, la escucha asertiva, la empatía y el acompañamiento sincero y transparente permitirán que el adolescente trascienda esta etapa de manera positiva. Así, el día de mañana la recordará como una transformación que vivió y no como una etapa cargada de culpas por los daños causados.
Escrito por: Martha Lucía Correa Roldán . Profesional especialista