Nuestro comportamiento en la calle

A menudo vemos personas en la calle exacerbadas, salidas de casillas, desencajadas y con un enojo incontrolable, emitiendo frases descalificantes, dañinas y en muchas ocasiones pasadas de tono, y la pregunta es ¿qué le pudo haber ocurrido a ese ser humano que se alteró de esa manera?
Preguntas que en muchas ocasiones quedan sin respuesta, no se sabe si el clima, el estrés, la intolerancia, el cúmulo de malestar, la enfermedad, la indiferencia o muchas otras más, lo triste de estos sucesos es que quien lo observa queda con un sin sabor de ¿hacia dónde va la humanidad, que no soporta el contacto con el otro y que un mínimo roce lo puede alterar?
Por lo anterior, desde el Centro de Familia VID, queremos ofrecer unas sugerencias para quienes hacen parte de este grupo de personas que se molestan fácilmente cuando están interactuando en sociedad.
Recuerde que las emociones no son ni buenas ni malas, son necesarias, todos los seres humanos cuentan con ellas: alegría, tristeza, enojo, indiferencia, angustia, es importante canalizarlas y controlarlas adecuadamente por el bien de la persona y de quienes están a su alrededor, ya que es una garantía para tener vínculos familiares sanos y relaciones interpersonales asertivas.